18 mayo 2009

Como Evitar un Nuevo Cisne Negro

Nicholas Taleb, autor del libro "El Cisne Negro" publicó en el Financial Times diez recomendaciones para eliminar el riesgo de que en el futuro, se produzcan crisis financieras y económicas como la actual.

1- Lo que es frágil debe romperse cuando todavía es pequeño. Nada debería convertirse en algo demasiado grande para no poder quebrar. La evolución de la vida económica favorece a aquellos que tienen la máxima cantidad de riesgos ocultos -y en consecuencia, los más frágiles- a convertirse en los más grandes.


2- No se deben socializar las pérdidas y privatizar los beneficios. Cualquier cosa que necesite ser rescatada, debe ser nacionalizada. Cualquier cosa que no necesite un rescate debe ser libre, pequeña y capaz de soportar riesgos. Hemos conseguido combinar lo peor del capitalismo y lo peor del socialismo. En Francia, en los ochenta, los socialistas tomaron los bancos. En EE.UU., en la primera década del 2000, los bancos tomaron el Gobierno. Es surrealista.

3- La gente que ha conducido a ciegas un bus escolar (y ha tenido un accidente) nunca debería volver a conducir otro autobús. El establishment económico (universidades, reguladores, banqueros centrales, miembros de gobiernos, varias organizaciones repletas de economistas) han perdido su legitimidad tras el fiasco del sistema. Es irresponsable y estúpido volver a confiar en la habilidad de estos expertos para sacarnos del problema. En su lugar, debemos buscar gente inteligente con las manos limpias.

4- No dejar que alguien que tenga un bonus por incentivos gestione una planta nuclear -o su riesgo financiero. Lo más probable es que elimine cualquier atisbo de seguridad para mostrarle que hay “beneficios”, mientras afirma a la vez que su estrategia es “conservadora”. Los bonus no incorporan los riesgos ocultos de las grandes quiebras. Es la asimetría del sistema de bonus la que nos lleva ahí. No hay incentivos sin desincentivos: el capitalismo se basa en premios y castigos, no solamente en premios.

5- Contrarrestar la complejidad con simplicidad. La complejidad de la globalización y la interconectada vida económica necesita ser contrarrestada por la simplicidad de los productos financieros. La complejidad económica es en sí misma una forma de apalancamiento: el apalancamiento de la eficiencia. Estos sistemas complejos sobreviven gracias a la indisciplina y la redundancia; añadir deuda genera un peligroso y salvaje giro que no deja ningún margen para el error. El capitalismo no puede evitar las modas pasajeras ni las burbujas: las burbujas de la bolsa (como la de 2000) han resultado ser moderadas; las burbujas de deuda, son viciosas.

6- No des a los niños cartuchos de dinamita, ni siquiera si esos cartuchos llevan advertencias. Los derivados complejos deben ser prohibidos porque nadie los entiende y muy pocos de ellos son suficientemente racionales para conocerlos bien. Los ciudadanos deben protegerse de sí mismos, de los banqueros que les venden productos para cubrirse de riesgos, y de crédulos reguladores que escuchan a economistas teóricos.

7- Sólo los esquemas Ponzi deben depender de la confianza. Los Gobiernos no deberían necesitar nunca “reestablecer al confianza”. Los rumores que se suceden en cascada son producto de los sistemas complejos. Los Gobiernos no pueden parar los rumores. Simplemente debemos estar en condiciones de desmentir esos rumores y encararlos con solidez.

8- No dar más drogas a un drogadicto si tiene el síndrome de abstinencia. Usar el apalancamiento para curar los problemas de demasiado apalancamiento no es homeopatía, es negación. La crisis crediticia no es un problema temporal. Es estructural. Necesitamos rehabilitaciones.

9- Los ciudadanos no deberían depender de activos financieros o de consejos “potencialmente erróneos” de expertos para su jubilación. La vida económica debería desfinancializarse. Deberíamos aprender a no usar los mercados como almacenes de valor: los mercados no ofrecen las certezas que necesitan los ciudadanos normales. Los ciudadanos deben preocuparse por sus propios negocios (que pueden controlar) y no por sus inversiones (que están fuera de su control).

10- Hacer la tortilla una vez que el huevo esté roto. Finalmente, la crisis no puede arreglarse con pequeñas reparaciones, no más de lo que un barco con el casco roto puede arreglarse con pequeños parches. Necesitamos reconstruir el casco con nuevos y materiales más fuertes; debemos rehacer el sistema antes de que el sistema se rehaga a sí mismo.

Debemos ir al capitalismo 2.0 de forma voluntaria, permitiendo que lo que debe romperse se rompa sólo, convirtiendo deuda en acciones, marginando al establishment de la economía y las escuelas de negocios, liquidando el premi Nobel de Economía, prohibiendo las compras apalancadas de compañías (leveraged buy outs), poniendo a los banqueros a hacer lo que debería ser su trabajo, recuperando los bonus de aquellos que nos han llevado donde estamos, y enseñando a la gente a navegar en un mundo con menos certezas.

Entonces veremos que nuestra vida ecológica se acerca a nuestro entorno biológico: compañías más pequeñas, una ecología más diversa y no apalancamiento. Un mundo en el que los emprendedores, no los banqueros, asumen los riesgos y en que las compañías nacen y mueren todos los días sin necesidad de ser noticia. En otras palabras, un lugar más resistente a los cisnes negros.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Notable, pero dificil de aplicar.
abrazo. Martín

Anónimo dijo...

He leído de este autor ¿Existe la suerte? y me parecio muy interesante. Sobre todo la manera de ver los mercados y como funciona la irracionalidad de los inversores. saludos. muy buen blog. MS.

Anónimo dijo...

Excelente el decálogo de Taleb. Lo que propone es un verdadero capitalismo, basado en la responsabilidad personal de los actores.
Desgraciadamente, ninguna de las medidas tomadas hasta ahora en EEUU, ni por la administración de Bush ni por la de Obama son por el momento conducentes a un sistema más sano. Aunque dejó caer a Lehman Bros por motivos que hasta hoy permanecen algo turbios, Paulson promovió la compra de Bear Stearns por parte de JP Morgan Chase (garantizando la compra con plata del pueblo). También se usaron este tipo de operaciones para que Citigroup se tragara a Merril Lynch y Wells Fargo a Wachovia. Lo mismo ocurrió con Washington Mutual y Countrywide, el mayor "subprime lender" de EEUU. Lo que hicieron entonces fue totalmente contrario a lo que propone Taleb: empresas que ya eran demasiado grandes se hicieron todavía más grandes y por lo tanto más riesgosas para todo el sistema si caen.
Es por eso que desgraciadamente no me produce ninguna confianza este pequeño respiro que nos están dando los datos económicos y el injustificado optimismo que están generando los benditos "brotes verdes". No se hizo nada para resolver el problema de fondo. Nadie tomó el toro por las astas. Las "pruebas de estrés" no fueron lo suficientemente estresantes. Varios bancos grandes de EEUU están en situación de insolvencia, y todo indica que el precio lo vamos a pagar todos y va a ser más caro que si se hubiese actuado de otra manera desde el principio.
Pero lo más terrible es que esto encima provoca una sensación de injusticia en otros sectores de la economía. Por un lado Chrysler se va a la quiebra pero por el otro la chequera está abierta para Citigroup. La gente no es tonta.
Casiopea.

Anónimo dijo...

Hablando de hacer totalmente lo contrario de lo que sería lógico para realmente "salvar" al sistema. La nueva solución de Geithner: servir ganancias en bandeja a inversionistas que no corren ningún riesgo (o muy poco) con tal de que parezca que el bodrio es una empresa privada. Casiopea

http://money.cnn.com/2009/05/18/news/economy/geithner-talf.fortune/index.htm?postversion=2009051808

Anónimo dijo...

Este tipo es medio pintoresco, no tan elegante y académico como Taleb. Aunque no estoy de acuerdo con todo, dice algunas verdades. Entre ellas: la plata de los salvatajes está en la cloaca. Casiopea

Anónimo dijo...

Me olvidé de poner el link.

http://finance.yahoo.com/tech-ticker/article/248398/%22The-Worst-Is-Yet?reft

Pequeña Capitali$ta dijo...

Me extraña de Taleb si en su libros e cansa de decir que él no va a enseñar a predecir cisnes negros, sino a vivir con ellos

aparte cuenta la leyenda que él era un fiasco operando derivados, no sé qué infromación tengas tú

Anónimo dijo...

Del mismo modo que un inversionista diversifica su cartera, los gurúes profesionales en sus inicios diversifican sus mensajes, en principio para distintos públicos. Supongamos que quiero ser gurú profesional y me contratan con buena paga para predecir si habrá inflación o deflación. Supongamos que tengo 6 clientes. A 3 les diré que habrá inflación, a los otros 3 que habrá deflación. Cualquiera sea el resultado en el correr del tiempo, habré errado, y a la vez, acertado. 3 me admirarán y a partir de semejante acierto, se guiarán a partir de dicho suceso con mi visión. Los otros 3… que me importa! Alguna dosis y alguna vacuna me habré puesto al manifestar que los dos escenarios estaban plasmados. Pero el rendimiento que tendré del acierto será muy superior al de haber errado, y las recomendaciones de los 3 con los que he acertado, me conseguirán mucho más que los 3 perdidos. Si a los 6 les dijera que hay dos escenarios y no se cual ocurrirá, mi presencia habrá sido insignificante luego de que los sucesos se hagan realidad, cualquiera sean y en definitiva dirán ¿para qué le pagamos a éste?. Aplicando este método desde una editorial y/o varios medios masivos, no es difícil calcular su potencial, especialmente cuando existen dos escenarios contrapuestos y la ocurrencia de cualquiera, tiene una formidable repercusión.

JP.

Bull Spread dijo...

Por mi parte sus libros me gustaron mucho, y es mas, algo estoy releyendo.

Concuerdo Martín con tu afirmación, por lo que dice Cassiopea

Gracias MS, es muy bueno ese libro.

Sofía, la verdad que desconozco la leyenda de Taleb, ja!. Pero podría ser verdad por lo que critica!

JP, es posible lo que decís, pero dudo que Taleb lo haya puesto en practica. Aunque lo desconozco...

Anónimo dijo...

JP, a veces los financistas y los economistas se parecen a los médicos. Los buenos médicos analizan todos los datos y establecen posibilidades de la evolución de una enfermedad. Los grandes médicos hacen lo mismo pero aciertan en el diagnóstico más que los otros. Tienen una intuición que los demás no tienen. Pero como siempre, los grandes médicos (como los grandes economistas) son los menos. Casiopea

Jorge dijo...

Capitalista, estoy de acuerdo contigo, esos diez puntos no parecen escritos por Taleb. Yo tambien me quede sorprendido al leerlos. Aunque si con el es "duro" digerir algunos razonamientos. El Cisne Negro es uno de los mejores libros que lei durante el 2008.