Muchos inversores dicen preferir las “inversiones seguras”. Pero ¿qué es eso? ¿Existe tal cosa, o es sólo un concepto abstracto de poca aplicación en el mundo real? Veamos.
Como inversores, enfrentamos tres distintos tipos de riesgos: el riesgo de precio, el riesgo de crédito, y el riesgo regulatorio.
El riesgo de precio es el que enfrentamos cuando compramos, por ejemplo, una acción. Si hoy la pagamos $30 no hay ninguna garantía acerca de cuánto va a valer mañana, o dentro de un mes. No sabemos qué retorno obtendremos, ni siquiera si vamos a recuperar nuestro capital.
El riesgo de crédito se aplica principalmente a los bonos y préstamos. En teoría sabemos exactamente cuándo y cuanto vamos a cobrar, pero siempre existe la posibilidad que el que nos tiene que pagar no quiera o no pueda hacerlo.
Finalmente, el riesgo regulatorio es el riesgo de que algunas “reglas de juego” sean modificadas arbitrariamente perjudicando al inversor. Este tipo de riesgo es particularmente importante en los mercados emergentes, y es la razón por la cual inversiones como un simple plazo fijo o un bono puedan tener un nivel de riesgo no despreciable.
¿Cual es el activo que se considera que tiene el menor riesgo? El Bono Americano. El Bono Americano es la inversion desde la cual se mide el riesgo de todos los demás activos. ¿Cuanto riende hoy? del 0.80% al 4.30%.
Por eso, para analizar una inversion, la mayoria de las veces no tiene sentido hablar de riesgo solamente, hay que analizar la relación riesgo-retorno. La pregunta fundamental es “si una inversión ofrece un retorno esperado que compense adecuadamente por su riesgo”.
De aquí en más entramos en un terreno muy personal. El riesgo aceptable para uno puede no serlo para otro. Dependerá de factores varios como el patrimonio de cada uno, su situación laboral, y su edad. Por ejemplo, las personas jóvenes suelen tener mayor tolerancia al riesgo de precio que las mayores, simplemente porque tienen mucho tiempo por delante para “recuperarse”. Así es que se les aconseja privilegiar las acciones pensando en un portafolio de largo plazo. También, las personas de alto patrimonio suelen tolerar mejor el riesgo de crédito, simplemente porque tienen “espaldas” para aguantar un evento puntual desfavorable (por ejemplo un default en un bono, que podría hacer sufrir pérdidas catastróficas a un pequeño inversor).
El riesgo es parte integral de cualquier inversor a la hora de buscar un ingreso sostenido. El secreto es descubrir cuál es el nivel apropiado para cada uno para maximizar el retorno, pero seguir durmiendo de noche.
Como inversores, enfrentamos tres distintos tipos de riesgos: el riesgo de precio, el riesgo de crédito, y el riesgo regulatorio.
El riesgo de precio es el que enfrentamos cuando compramos, por ejemplo, una acción. Si hoy la pagamos $30 no hay ninguna garantía acerca de cuánto va a valer mañana, o dentro de un mes. No sabemos qué retorno obtendremos, ni siquiera si vamos a recuperar nuestro capital.
El riesgo de crédito se aplica principalmente a los bonos y préstamos. En teoría sabemos exactamente cuándo y cuanto vamos a cobrar, pero siempre existe la posibilidad que el que nos tiene que pagar no quiera o no pueda hacerlo.
Finalmente, el riesgo regulatorio es el riesgo de que algunas “reglas de juego” sean modificadas arbitrariamente perjudicando al inversor. Este tipo de riesgo es particularmente importante en los mercados emergentes, y es la razón por la cual inversiones como un simple plazo fijo o un bono puedan tener un nivel de riesgo no despreciable.
¿Cual es el activo que se considera que tiene el menor riesgo? El Bono Americano. El Bono Americano es la inversion desde la cual se mide el riesgo de todos los demás activos. ¿Cuanto riende hoy? del 0.80% al 4.30%.
Por eso, para analizar una inversion, la mayoria de las veces no tiene sentido hablar de riesgo solamente, hay que analizar la relación riesgo-retorno. La pregunta fundamental es “si una inversión ofrece un retorno esperado que compense adecuadamente por su riesgo”.
De aquí en más entramos en un terreno muy personal. El riesgo aceptable para uno puede no serlo para otro. Dependerá de factores varios como el patrimonio de cada uno, su situación laboral, y su edad. Por ejemplo, las personas jóvenes suelen tener mayor tolerancia al riesgo de precio que las mayores, simplemente porque tienen mucho tiempo por delante para “recuperarse”. Así es que se les aconseja privilegiar las acciones pensando en un portafolio de largo plazo. También, las personas de alto patrimonio suelen tolerar mejor el riesgo de crédito, simplemente porque tienen “espaldas” para aguantar un evento puntual desfavorable (por ejemplo un default en un bono, que podría hacer sufrir pérdidas catastróficas a un pequeño inversor).
El riesgo es parte integral de cualquier inversor a la hora de buscar un ingreso sostenido. El secreto es descubrir cuál es el nivel apropiado para cada uno para maximizar el retorno, pero seguir durmiendo de noche.
7 comentarios:
Bien planteado bull. Suele ser complicado evaluar la tolerancia al riesgo. Puede ser como evaluar la reacción de uno frente a una situación extrema (robo con arma, incendio, etc)..uno puede proyectar un cierto escenario y reacción, y llegado el momento suceden cosas que no se contemplaron. O sea...decidir cuando mandar la stop loss o la stop gain order. Btw, hay un interesante trabajo (hubo varios similares en realidad) que lo subí a mi blog, donde se puede seguir un test de autoevaluación de aversión al riesgo. También Taleb en El cisne Negro habla mucho sobre la tendencia a sobrestimar el éxito y despreciar las perdidas. Para terminar, está bueno tener presente siempre el concepto (matemático) de Esperanza o Valor Esperado, tal cómo lo mencionas, eso es lo que finalmente mide la exacta dimensión del riesgo que se asumirá! Dejo el link del TEST Se acuerdan de Gordon Gekko...Greed es good.jejeje!!Saludos
Tal cual. Y como en la Argentina estos riesgos están potenciados, la gente invierte en propiedad aunque no sea una buena inversión, porque piensa que al final por lo menos va a tener "algo". Casiopea.
El riesgo regulatorio sí es propio de los países emergentes, no cabe duda que colocar plata en un plazo fijo es como adquirir un bono cupón cero, un solo pago al maturity, renta más capital. En la Argentina cuando se instaló forzosamente el corralito donde se violaron las reglas sin miran a quien refleja un claro ejemplo de este riesgo.
También es cierto que los bonos de la Reserva Federal, actualmente “Imprenta Federal”, se pueden tomar como lo más seguro y es debido a la existencia de una seguridad jurídica que no existe en los emergentes o mercados de frontera como es hoy el nuestro.
Por otra parte y considerando la actitud más primitiva del ser humano, el famoso canuto suele tener sus riesgos, algunos lo entierra pero al pasar el tiempo no puede recodar donde lo hizo o lo esconden en lugares insólitos que la viuda o el viudo no pueden acceder nunca más a los ahorros familiares. Esto último nos enseña claramente que siempre debemos tener cuentas de carácter indistinto con las personas de mayor confianza.
Eduardo, la imprenta federal pronto va a tener que empezar a pagar mejores intereses. Si empieza a devolver ese dinero con plata devaluada (que parece ser por ahora la tendencia), entonces empiezan a andar por ese camino resbaloso que empezó a transitar la Argentina hace unas décadas. El corralito no pasó de un día para otro. Pero es verdad. Yo perdí mis ahorros que estaban en un depósito a plazo fijo. Ahí fue cuando empecé a estudiar este tema de las finanzas personales. Casiopea.
Casiopea, hablando de la imprenta federal, que es lo que sucederia si sobrepasan el limite que tienen para emitir deuda de 12.000 Trillones creo que era, las tasas subirian?? y que pasaria con el valor del USD contra el resto de las monedas??
Benja, como decís, es muy complicado evaluar la tolerancia al riesgo de cada uno, porque las situaciones de cada uno son diferentes. Para eso están los asesores financieros independientes, ya que las entidades bancarias tradicionales no hacen nada al respecto.
A eso se llega Casiopea.
Muy bueno lo del canuto perdido Eduardo. Muy típico de nuestros abuelos. Pero una realidad de la desconfianza que existe y la incapacidad de medir el riesgo.
GB, estos días el Congreso tiene que discutir ese tema justamente, lo de elevar el "techo" de la deuda. Casiopea.
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